viernes, 4 de julio de 2008

13 razones para odiar los videojuegos por Ciro Altabás

Entre tú y yo: no cambiaría mi flamante Nintendo DS por una Game Boy monocroma. La nostalgia puede hacernos olvidar cuando tenías tres vidas y comenzabas cada partida por el prin-ci-pio del juego. Pero si ahora los gráficos son fotorrealistas, si tengo dolbydigitalcincopuntounocomados, si puedo tostar pan en mi consola mientras hablo con mi primo de Cuenca, ¿por qué no disfruto como un enano como cuando era, er, un enano? Pues por esta serie de razones.

1
¿Así que tu mando tiene 16 botones? Pues eso sólo puede significar una cosa: hay que usarlos todos. ¿Qué quieres decir con que sólo tienes diez dedos? ¿No crees que ya va siendo hora de evolucionar? Si las consolas lo hacen cada cuatro o cinco años, tú podrías ir espabilando un poco.

2
Tutorial. Está científicamente demostrado que la última vez que un manual de instrucciones fue leído de principio a fin ocurrió en la primavera de 1987, en Eureka Springs (Arkansas, EE.UU.) Es por esto que todos los juegos deben comenzar con un tutorial explicando pormenorizadamente que, si pulsas el botón con una flecha apuntando a la derecha, tu personaje se moverá hacia la derecha. Lo que no indican en ningún momento es si la caja es comestible.

3
Partidita rápida. Quieres probar tu juego nuevo antes de ir a ver ‘El Caballero Oscuro’. Tienes media hora. De sobra para una partidita rápida. Lo abres. Ah, que la consola tiene que actualizarse. Ahora sí, “Nueva partida”. Uy, la intro. Bueno serán un par de minutos… o cinco. Cargando. Venga, ahora sí que sí. Hombre, el tutorial famoso. Vuelta a cargar. Ahora sí, ¿no? No. Otra pequeña intro y… ahora, ya. Venga, vamos allá. Está bien esto. Pero, ¿dónde podré guardar la partida? ¿Dónde... y cuándo?

4
¿Cuándo podré guardar la partida? Imagina tener que leer esta revista en bloques de 20 páginas. Si quieres apartarla porque viene el jefe, tendrás que volver al principio de cada bloque. ¿Absurdo? ¿Por qué pasa eso con los videojuegos, entonces? No me importaría ser yo el que decidiera cuándo y dónde puedo dejarlos.

5
¿De qué va esto? Lo que antes se podía resumir en “tú sigue hasta que te maten” se ha convertido en un culebrón japonés. Campesino normal y corriente es llamado a la aventura, acompañado por una señorita de tetas gordas con la que tendrá una relación platónica. Cuando un secundario muera, miles de fans compondrán haikus en su honor.

6
“Sólo dura 40 horas”. Con la pequeña fortuna que cuesta cada juego, podrá ser bueno, podrá ser malo, pero tiene que ser largo. Y por “largo” me refiero a “deja el curro/ no veas la tele /no duermas /no vayas al cine /fútbol lo justo /desconecta de tu familia /evita a tu pareja /reduce la masturbación compulsiva a algo ocasional /come mientras juegas” para conseguir terminarlo antes de que salga su secuela.

7
Tiempos de carga. Esta entrada. Esta entrada se. Esta entrada se. Esta entrada se está. Esta entrada se está cargando. Esta entrada se está cargando por. Esta entrada se está cargando por favor. Esta entrada se está cargando por favor espere. Esta entrada se está cargando por favor espere unos. Esta entrada se está cargando por favor espere unos. Error 808: compruebe el disco o reinicie la consola.

8
Manejar la cámara. El paso de las 2D a las 3D ha convertido al jugador en un operador de cámara involuntario. Por un lado eres un fornido guerrero que lucha contra 200 guerreros Gorok-Hü sedientos de sangre, por otro, un aprendiz de Valerio Lazarov que intenta distinguir algo en todo ese follón.

9
FMV. O esas secuencias de dibujos animados que interrumpen la acción, donde actores pensando en su cheque ponen voz a frases de diálogo imposibles que hacen pasar por “argumento”. Olvidando por unos momentos que lo distintivo de los juegos es, ejem, jugar.

10
Buscarle 20 gallinas al alcalde. Según la carátula eres “un héroe indómito en una misión suicida en la que el destino del mundo está en juego”. Pero poco a poco te vas dando cuenta de que más bien eres un repartidor de pizzas con pretensiones. “Lleva esto”, “trae aquello”, “protege a éste”, “recoge a ésos”, “saca la basura”, “baja a por sal”, “¡obedece!”. Con toda la polémica que trae consigo el ‘Grand Theft Auto’ y al final es como tu madre, pero con mejor gusto musical.

11
La moda del “stealth”. Tienes un arsenal de armas de última tecnología: pistolas con balas trazadoras, explosivos a control remoto, ametralladoras con un montón de consonantes seguidas. ¿Y sabes lo que puedes hacer con todo eso?. Metértelo por tu puerto USB. Porque lo guapo de verdad es jugar al escondite. Así, los juegos de acción se han vuelto lentos. Que no te vean. Que no te escuchen. Sigilo. Chhsssst.

12
“Ich polier’ dir die Fresse” no significa “te quiero” en alemán. La comunidad online te ayuda a conocer gente sin levantarte del sofá y ser insultado en lenguas que dabas por muertas.

13
Madurez. Los videojuegos llevan sus buenos 20 años intentando justificar que no son sólo para niños. ¿Cómo? Con música nu-metal, héroes atormentados por un Oscuro Secreto de su Pasado ™ y tiroteos en cámara lenta. Epílogo – The End. Has recogido los 49 tesoros submarinos, conseguido las 21 piezas de tu armadura e intercambiado las 266 hortalizas distintas. Tuviste que luchar de nuevo contra todos los jefes para llegar al malo final. ¿Cuál es tu recompensa? Muchos nombres japoneses sobre imágenes en blanco y negro, un curioso vacío interior y desbloquear el “nivel fácil”. No necesariamente por ese orden.

2 comentarios:

  1. Pues algunas de ellas podrian ser perfectamente razones para amar a los videojuegos ^^

    Genial ^^

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  2. buuaaaaaajajajajaja!! buenísimo y es que tiene toda la razón.


    P.D.: yo fuy uno de los tantos tontos que apago la consola jugando MGS2 en play station 2 cuando supuestamente Campbell lo dijo. maldito juego!!

    así son los videojuegos y por eso los queremos....I (L) PLAY

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